Después de ascender 1.300 metros, divisamos una roca que ya a simple vista se distingue de todas las demas, tanto por su colorido como por su composición. Se encuentra junto a los 3 chopos, los únicos que hay en la zona. En ella se encuentra la Cueva de los Moros.
Continuamos subiendo por el algo incomodo antiguo camino de carros, girándonos de vez en cuando para ver el maravilloso paisaje que queda a nuestras espaldas.
Este mismo camino es el que también conduce a Las Mesas, donde se encuentran unos yacimientos de la edad de hierro, pero eso será en otra de las excursiones.
Un poco más arriba vemos a nuestra derecha un pequeño riachuelo, que es de un manantial que se encuentra en la parte superior de la cueva.