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Manzanedillo contaba en 1616 con 12 vecinos, en 1737 mantenía esos 12 vecinos y en 1767 ya solo quedaban 9 vecinos. Entre medias tenemos el catastro del Marqués de Ensenada. Vamos a ver lo que contestaron los lugareños de Manzanedillo.

 

El interrogatorio en Manzanedillo se realiza el 15 de Septiembre de 1752 por el señor Don Felipe López de Irús. Ante él comparecen Pedro López, Juan Rojo y Juan Sainz, nombrados peritos por el regidor para contestar a las 40 preguntas del interrogatorio. Está también presente Don Manuel González, cura beneficiado de Manzanedillo.

Manzanedillo en 1752 era realengo, pertenecían al Rey, al igual que los demás pueblos que formaban el Valle de Manzanedo (Cidad, Vallejo, Arreba, Crespos y Población estaban dentro del Valle de Hoz de Arreba que pertenecía al Marques de Cilleruelo). Es a Su Majestad a quien pagan los Derechos Reales. Todos los pueblos del Valle de Manzanedo pagaban conjuntamente, mediante un encabezo al rey. A Manzanedillo le correspondía pagar: de sisas 230 reales, de Alcavala 76 reales y 128 de centena. De servicio ordinario y extraordinario le correspondía pagar 5 reales de vellón cada vecino del pueblo para pagar el encabezo del Valle de Manzanedo.

Manzanedillo tenia una superficie de 500 varas (417 metros) de norte a sur y 1.000 varas (835 metros) de este a oeste y media legua (2.786 metros) de circunferencia.

En el termino de Manzanedillo únicamente había algunos nogales, robles y olmos, valorados de la siguiente forma: el nogal a un real (34 maravedis), el roble a 20 maravedis y el olmo a 4 maravedis. Según los peritos habría como 46 fanegas de sembradura de tierra labrantía, 10 de primera calidad, 20 de segunda y 16 de tercera, y de monte como 12 fanegas de sembradura. En estas tierras labrantías, los vecinos de Manzanedillo plantaban trigo, centeno, maíz, cebada, comuña, avena, lino, jerbos y ricas. Cada fanega de sembradura producía:
En las de primera calidad, el primer año 4 fanegas de trigo, el segundo 3 de comuña y el tercero 4 de cebada y el cuarto descansa.
En las de segunda calidad, el primero 6 fanegas de maíz y el segundo 3 de centeno y el tercero descansa. Y en las de tercera calidad, el año que se siembra produce 2 fanegas y media de trigo.

Y no sólo había que labrar la tierra para subsistir sino que había que pagar el diezmo, que era de cada 10 fanegas una. Había diezmos mayores, y menores o de San Juan , que incluían las crías, queso, lana y demás. La tercera parte de todos los diezmos se los llevaba el Arzobispado de Burgos y las otras dos partes Don Manuel González, el cura beneficiado. Don Manuel además percibía las primicias (antiguo tributo de los primeros frutos de la tierra que posteriormente se estableció en una cantidad fija de celemines). Cada vecino debía darle 4 celemines de centeno.

Al igual que en todo el Valle, en Manzanedillo también había apicultores. Pedro López tenia 5, Diego de la Peña 3, otra Maria de la Serna, otra de Miguel Sainz, otra de Sebastián Rojo y otra el cura Don Manuel. Estas colmenas les reportaban anualmente 4 reales cada una.

A demás de la agricultura, otro pilar en la vida de sus vecinos era la ganadería. El pueblo contaba por aquel entonces con Bueyes de labranza, ovejas, carneros, cabras y cabrones, cerdas para criar y a estas les calculaban de útil 7 reales, ovejas y carneros a 2, cabras y cabrones a real y medio.

Todos estos animales estaban repartidos entre los 16 vecinos y una viuda que vivían en 1752 en Manzanedillo. Hay que entender como vecino únicamente al cabeza de familia por lo que se entiende que había 16 familias con sus hijos. Todos ellos vivían en las 19 casas habitables y una "empezada a fabricar" de que se componía el pueblo.

 

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