Todavía en 1885, en la relación de fincas que pertenecían a un censo adquirido a favor del Duque de Frías, aparece que una de las fincas linda con otra perteneciente al Monasterio de Rioseco: " Otra a Sancho, de segunda calidad, centual, de 3 fanegas dista 300 varas, surca cierzo, el Monte (o Monasterio) de Rioseco, solano y ábrego, Juan de la Peña y Juan Ruiz, vecinos de Cidad y regañón, Francisco Ruiz, vecino de Argés, tiene 5 nogales."
Dentro del recinto del monasterio existía además del templo, una hospedería, bajo la cual aun puede verse los establos para las mulas. En 1610 se hace un juego de bolos, y en 1666 una librería nueva. La gran campana de la espadaña es de 1598. Esta y otras mas pequeñas que tenia el monasterio, estan hoy en el lugar de Munilla.
En el templo destaca el coro, comunicado con el claustro alto. En la pared norte se abren numerosas puertas para subir al púlpito, órgano, y campanario, así como para acceder al portico. En este mismo muro apenas existen ventanas para protegerse del frío.
En la pared opuesta, la sur, también faltan ventanas pero en este caso por impedirselo el claustro adosado. El coro, destacando a cierta altura, estuvo separado del resto de la iglesia por una balaustrada. En los respaldos de la sillería llevaba bajorelieves con figuras de los fundadores de ordenes religiosas y militares de unos 35 cm de altura.
En fin, un maravilloso Monasterio del que hoy sólamente podemos adivinar algo de lo que en su tiempo debió de ser este centro de riqueza en el norte burgalés. Creo que todos debiéramos colaborar, cada uno en la medida de sus posibilidades, para por lo menos, mantener lo que ha llegado a nuestros días y que no tengamos que explicarles a nuestros hijos lo que había en esa campa en la que hay unas cuantas piedras en el suelo.
Además puede ser un punto añadido en la promoción que creo y espero se pretende hacer en el Valle de Manzanedo, en el que se pueda compaginar la tranquilidad de la que hoy nos aprovechamos con los recursos que se pueden crear para que la gente joven no abandone el Valle.