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En 1752 en Vallejo había 2 molinos harineros sobre el arroyo que llaman Santillán, ambos de una rueda pequeña, el uno propio de Bernabé de la Peña y el otro de Teresa Martínez, vecinos de este lugar, los que los administran por si, moliendo en ellos sus granos en el discurso de un mes que es en el que pueden hacerlo en el tiempo de invierno habiendo abundancia de aguas porque faltando estas  nunca muelen y por el tiempo que lo hacen podrán dar de producto 8 reales cada uno.

Al igual que en todo el Valle, en Vallejo también había apicultores. En 1752 había 26 pies de colmenas en que se incluyen las que estan dentro de las casas propias de Don Santiago de la Peña 9, Juan Martínez 1, Bernabé de la Peña 1, Manuel Fernández 2, Bernarda de Robredo 8, Rafael Fernández 1, Don Tomas de la Serna beneficiado de Manzanedo 1, y el mencionado Antonio de Robredo regidor 3. Y el producto de cera y miel de cada una anualmente regulan en 2 reales vellón.

Además de la agricultura, otro pilar en la vida de sus vecinos era la ganadería. El pueblo contaba por aquel entonces con borros, ovejas, corderos, cabras, castrones y cerdos, pollinos para el servicio de casas.

Todos estos animales estaban repartidos entre los 7 vecinos y una viuda que vivían en 1752 en Vallejo. Hay que entender como vecino únicamente al cabeza de familia por lo que se entiende que había 7 familias con sus hijos mas la viuda tal vez con los suyos. Todos ellos vivían en las 18 casas habitables que había en Vallejo en esa fecha en los dos barrios existentes, uno el de la Iglesia y el otro de Cahoia. Además de estas 18 casas, había también otra inhabitable y 7 pajares.

En el termino del pueblo había 2 ermitas, una de la Magdalena y otra de San Vicente, aquella sin renta ni bienes y esta tiene unos pedazos de heredades dados en arriendamiento de poca monta.

De los 7 vecinos de Vallejo, 4 eran maestros de albañilería y cantería: Manuel Fernández que ejercia dicho oficio los 3 meses del año, Juan Martínez los mismos 3 meses, Bernabé de la Peña el mismo tiempo y Fernando Fernández lo mismo. Y el jornal que consideran ganan regulan a 4 reales por día incluidas las comidas. Otro, un maestro zapatero llamado Tomas Pérez que así mismo sale a ejercer este oficio otros 3 meses al año a quien regulan  gana en cada uno 4 reales. Los otros 2 eran labradores: Antonio de Robredo y Rafael Fernández. Rafael tenia una criada llamada Agustina Gutiérrez. La viuda se llamaba Teresa Martínez.

Manuel Fernández tenia 2 hijos mayores Manuel Fernández y Antonio Fernández. Juan Martínez tenia también un hijo, Simón Martínez. Y Don Santiago, el cura, tenia una criada mayor de 18 años llamada Catalina Díaz que se ocupaba del cultivo de su labranza.

 

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